BIENVENIDOS

es el momento de despertar del sueño auto inducido en el que nos hemos dejado caer, es hora de ver las cosas como son, la verdad detrás de la verdad, el engaño mas grande, la oscuridad profunda en la que esta sumida la Humanidad, es tiempo de ver las cosas y caer en cuenta de que este mundo es Nuestro mundo tambien, es hora de ver que HAY MAS DIOS DENTRO DE CADA UNO DE NOSOTROS, que dentro de los catalogos de productos ofrecidos por las religiones, que HAY MAS CONOCIMIENTO que manejan solo los dueños de este mundo que lo usan en su propio beneficio y ademas no nos dejan ver!!! "Ay de ustedes maestros de la ley que tienen las llaves del reino y ni entran ustedes ni dejan que otros entren en él"

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sábado, 9 de noviembre de 2013

LA IMPACTANTE REALIDAD DE NUESTRO MUNDO. (4 Parte).


Como podemos apreciar, la historia es muy, pero muy distinta de cómo nos la contaron.

Ahora, ¿también seria cierto el odio acérrimo que Hitler sentía por los judíos?  Primero, es necesario aclarar que el antisemitismo, que consiste en las doctrinas y tendencias contra los judíos, no fue inventado por Hitler ni por los alemanes. Este proviene de la Edad Media, cuando se acusaba a los judíos de haber matado al «Hijo de Dios»; posteriormente son tachados de usureros y discriminados en diversas partes de Europa durante el siglo XIX. Todo este plan fue minuciosamente elaborado por la Compañía de Jesús,  ellos tenían que desviar la atención y buscar chivos expiatorios para poder seguir acumulando poder económico, político y social en el mundo, y si Usted amigo lector analiza el fundamento o la ideología del antisemitismo, podrá observar que la base es el asesinato del Hijo de Dios a manos de los judíos. Así mismo, la acusación de amasar grandes fortunas y adueñarse de los capitales para ejercer opresión en las gentes.

Los antisemitas alemanes culparon a los judíos de la derrota de su país en la Primera Guerra Mundial y de los problemas económicos de la posguerra, tachando de avaros y mezquinos a los que eran empresarios y banqueros. Incluso se dijo que había una especie de «conspiración judía» para impedir el progreso de Alemania. Todo esto obviamente fustigado desde los pulpitos de las iglesias Católicas. Entonces Hitler,  identificado con las ideas antisemitas, las utiliza y exagera para promover el odio hacia los judíos y con ello conseguir la integración y la identidad nacional. Así, los judíos se convirtieron en chivos expiatorios.  De todas formas, los historiadores aseguran que no se debe atribuir la persecución de los judíos solo a Hitler, porque fue una acción colectiva que incluyó a funcionarios públicos, militares, científicos y médicos, entre muchos otros, inspirados en una lógica que sustentó políticas raciales antisemitas.

Por otro lado, ¿por qué esas persecuciones contra los judíos, no incluyeron a las familias más poderosas como los Rothschild, Cohen, Rockefeller y demás? Y lo más asombroso, es que estas Familias lo apoyaron económicamente durante todo el periodo del nazismo.

Otra particularidad que llama poderosamente la atención es que las temibles SS de Hitler fueron una copia exacta del organigrama de la compañía de Jesús. Hitler y Himmler eran admiradores de los jesuitas y su fundador el militar San Ignacio de Loyola. Pensaban con toda razón que como Loyola, los vascos son los descendientes directos de la Atlántida. Y por lo tanto de sangre Aria. Himmler pensaba que los famosos y aburridos ejercicios espirituales de San Ignacio provenían de la Atlántida: eran en realidad técnicas de control mental. El coadjutor y asistente de Himmler era un jesuita, Richard Korherr.

En América los jesuitas se apropiaron de todos los centros geománticos esotéricos, lo mismo que siempre obsesionó a los nazis. La jerarquía y juramentos de la SS seguían principios jesuitas y masones (por ejemplo, los 12 discípulos, que era una de los grupos secretos de los Caballeros de Himmler). El catecismo de la SS imitaba al jesuita: Jesús era sustituido por El Führer. Las cacerías de esclavos nazis, bien podrían tener origen jesuita.

Todos los caminos llevan a Roma. Detrás de la pomposa panoplia del Vaticano, no hay espiritualidad ni misticismo, eso no les interesa. Hay sólo dinero, poder y mafia. Jesuitas y opusdeianos controlan grandes empresas y negocios en nombre de Dios. Las grandes ongs católicas y misiones mantienen conexiones con servicios de espionaje o son supernegocios, siempre escondidos tras una buena causa, como Greenpeace. Julio II y Clemente VI regentaban burdeles en la Edad Media, hoy en día no es muy distinto a través de sociedades indirectas o secretas.

Todo en la Iglesia – en las Iglesias judía, anglicana etc…- es una farsa o una fabula. Los que se lo creen son como los voluntarios engañados de Greenpeace, como los testigos de Jehová, los que se creen que hay una epidemia de sida en África.  El Vaticano jesuita es el más grande Imperio del mal. Hasta la CIA fue montada por ex nazis y el Vaticano, según Jordán Maxwell.  Recuerden que el primer director de la CIA fue nada más ni nada menos que uno de los testaferros de los Rockefeller y de los Rothschild, el señor Edgar Allan Dulles.

“El paralelo entre la SS y los jesuitas va más allá de las semejanzas en la metodología ocultista” (Pennik en Las Ciencias Secretas de Hitler, p. 115)

Jesús es Satán, la Estrella de la Mañana, Lucifer, la Luz de las Tinieblas, esa es la razón por la que a los cristianos se les enseña a leer la Biblia por atrás, para mantenerles lejos de los datos de la primera página. Esta curiosa teoría es sostenida por el destacado tañedor de mandolina y arqueólogo, Colin Rivas.

(Continuara)

 

 

 

 

 

 

sábado, 2 de noviembre de 2013

LA IMPACTANTE REALIDAD DE NUESTRO MUNDO. (Tercera Parte)

Existe un informe policial muy secreto de antes de la segunda guerra mundial, en el cual se detallaba que Adolf Hitler era hijo ilegitimo de María Anna Schicklgruber, quien trabajo durante años en la casa del Barón Salomón Mayer Rothschild, como cocinera y empleada domestica. Además esta el informe del doctor Walter C. Langer, psicólogo al servicio del Tercer Riech y quien además oficiaba como doble agente para la OSS de Estados Unidos (Organización precursora de la CIA), un informe muy bien fundamentado y con pruebas confiables de la consanguineidad existente de Hitler con el Barón de Rothschild, en otras palabras el Barón, sería el abuelo paterno de Hitler. Estos sucesos acontecieron en Viena, capital de Austria,  donde el Barón de Rothschild abrió un Banco en 1821, dando inicio al desarrollo de poderío financiero en esta región de Europa.


En cuanto a María Anna Schicklgruber, abuela de Hitler, abandono Viena estando embarazada en el año 1837, posteriormente dio a luz un hijo a quien le puso el nombre de Alois, quien conservo el apellido de su madre por muchos años, a pesar que ella había contraído matrimonio con un panadero llamado Johann Georg Hiedler, cuando Alois contaba con solo cinco años de edad.  Sin embargo a los cuarenta años. Alois por recomendación de su tío Johann, quien le ofreció legitimar su apellido.  A merced de la escritura ilegible del párroco encargado del registro de nacimientos, Hiedler, se convirtió, intencionadamente o no, en Hitler.
Hitler, descubrió sus nexos con la familia Rothschild y restableció el contacto con la familia,  Esto explica el enorme apoyo económico que recibió de la banca internacional vinculada la familia Rothschild durante su ascenso al poder. También, por otra parte, que la familia de banqueros no sufriera durante el Holocausto. La nueva Enciclopedia Británica lo define así: «Los Rothschild, sobre todo los Viena y París, mantuvieron la unidad familiar necesaria para hacer frente y las grandes tragedias durante el periodo nazi» No existe la menor duda de que  el ascenso de Hitler al poder dependía del gran apoyo prestado por los principales bancos alemanes (la banca Schroeder de Colonia, el Deutsche Bank, el Deutsche Kredit Gesellschaft y la firma de seguros Allianz). Concretamente, en 1943, el Deutsche Bank concedió a Hitler distintos créditos, a saber: 150 millones de marcos para la industria aeronáutica; 22 millones a la BMW; 10 millones a Daimler-Benz (Mercedes). Es muy probable que Hitler rompiera sus vínculos con las sociedades de Vril y Thule porque no quería comprometer los préstamos que recibía vía Rothschild, familia que no estaría conforme con las teorías y afirmaciones raciales de los nuevos años.

A pesar de las claras intenciones de nacionalizar y limitar el poder de los negocios y finanzas internacionales, Hitler tuvo pocos problemas para conseguir financiación de empresas que veían al nacionalsocialismo como alternativa al comunismo. De hecho, poderosos empresarios de los círculos industriales y bancarios de occidente aseguraron el éxito de Hitler.  Es más, cuando en 1932 perdió las elecciones en favor del veterano héroe de guerra, el mariscal de campo Paul von Hindenburg, treinta y nueve empresarios, entre los que estaban los Krupp, Siemens, Thyssen y Bosch, firmaron una solicitud dirigida a aquél pidiéndole que diera a Hitler el cargo de canciller de Alemania. Este «arreglo», que colocó a Hitler en el Gobierno, fue elaborado en casa del banquero Kurt von Schroeder, el 4 de enero de 1933. Según un tal Eustace Mullins, a dicho encuentro acudieron los estadounidenses John Foster y Allen Dulles (Quien sería el primer director de la CIA y uno de los mas fieles servidores de los Rockefeller y de los Rothschild) del gabinete de abogados neoyorquino Sullivan y Cromwell —representante del Banco Schroeder—. Un año después, Rosenberg —que representaba los intereses de Hitler en Inglaterra— se reunió con el gerente del Banco Schroeder en Londres, T. C. Tiarks, a su vez director del Banco de Inglaterra. Este banco alemán actuaría como agente financiero de Alemania, tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos.

Hitler, por su parte, había prometido a la familia de banqueros que erradicaría el comunismo en el país. Con el beneplácito de aquellos, el 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller por el ya senil presidente Hindenburg. Una semana después, sobrevino el incendio del Reichstag (Parlamento alemán), en Berlín. La provocación del siniestro fue atribuida a los comunistas, justificación necesaria para que Hitler fuera investido de poderes absolutos gracias al decreto llamado «Ley para eliminar la ansiedad del pueblo y del Estado». Tras la muerte de Hindenburg, el 2 de agosto de 1934, Hitler fusionó la Presidencia y la Cancillería y se autoproclamó comandante en jefe de las fuerzas armadas y líder absoluto (Führer) de toda Alemania. A pesar de su antisemitismo declarado, los nazis encontraron apoyos en Gran Bretaña, incluso en el Banco de Inglaterra, controlado por los Rothschild.
El día de Año Nuevo de 1924, el destino económico de Alemania fue decidido en Londres en el transcurso de una reunión celebrada entre Hjálmar Schacht, el nuevo comisionado del Reich para las finanzas internacionales y Montagu Norman, gobernador del Banco de Inglaterra. Schacht reveló la dramática situación económica del país y propuso abrir un banco de crédito, el segundo después del Reichsbank, que emitiría billetes de banco en libras esterlinas. El astuto Schacht pidió a Norman la mitad del capital de este nuevo banco. En este sentido, es sorprendente imaginar el alcance de esta medida, que permitiría la colaboración entre el Imperio Británico y Alemania.
Otra situación que lo sorprenderá amigo lector es la ayuda que la familia Bush prestó al dictador, y en concreto el abuelo del presidente George W. Bush, Prescott Bush, miembro también de Skull & Bones, la sociedad secreta de los Illuminati. Según algunas investigaciones recientes, Prescott y el abuelo materno de George W. Bush, George Herbert Walker, financiaron a Adolph Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Walker era presidente de Unión Banking Corporation, una firma que comerciaba con Alemania y que ayudó a los empresarios alemanes a consolidar el poder político de Hitler. Finalmente, la Unión Banking se convirtió en una máquina de blanquear dinero.
(Continuara)



LA IMPACTANTE REALIDAD DE NUESTRO MUNDO. 8


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